Primero encontrar nuestra propia voz, después saber usarla
El poder de la voz que llevamos dentro
Poco nos planteamos cuán de importantes son las palabras y la mella que hacen. Pensaba en este ejemplo con muchos casos que leo en hilos de twitter de personas que hacen una llamada a esta plataforma con el fin de encontrar algo de apoyo a un negocio local que está al borde de la quiebra o simplemente del olvido. El perfil que más suele haber son negocios pequeños que tiene mucho potencial y poco éxito, quizá porque ya no sean sitios de moda, o quizá porque el boca a boca se haya ido perdiendo y las redes sociales hayan tomado algo más de protagonismo. Lo cierto es que los negocios suelen ser distintos (tienda de pajaritas online, librerías de segunda mano, pastelerías en desuso) pero tienen algo en común, llegan a tener muchas visualizaciones y lo que capta el lector con este mensaje, es la emoción de la historia, el transfondo que se esconde detrás y la relación que esa persona normalmente tiene con ese negocio: amistad, familiar, de pareja etc. Los tweets triunfan y en horas la gente es capaz de ver una necesidad que procede de una corta historia, con mucho significado y emoción. Quizá esto es lo que más tengamos en común las personas en general, hay historias que nos conmueven y hacen que nos movamos a actúar.
De aspectos como este y muchos otros, nos habla el curso para escuela de agentes del cambio, porque la manera en la que contamos las cosas importa. La narrativa es una oportunidad de hacer uso de una historia no sólo para que la gente se detenga, sino para transformar en acción los pensamientos a través de la historia que compartes y la forma en la que eliges contarla.
La narrativa es en definitiva una forma de generar energía con el fin de crear curiosidad- La energía lo es todo, porque sin ella no hay narrativa viable. La finalidad real de la narrativa es movilizar esa energía. Es preguntarnos: ¿Con qué emoción quiero jugar para mover a las personas con este fin?
Para hablar de narrativas como generadoras de energía hay que saber poner el foco de la misma, con el fin de que no se disipe. Se trata de ser costoefectivos energéticamente hablando. Se trata de hacer uso de las energías de forma inteligente. No es lo mismo generar energía para movilizar, que para organizar o fomentar el sentido de pertenencia ni tampoco llamar a la voz interior y hacer uso de ella etc por eso es importante iniciar un deseo emocional que nos lleve a querer explorar las distintas vías por las que podemos dirigir esa energía. Y Por encima de todo, ser capaces de transformar una energía arrolladora en palabras para que otros se unan a la acción teniendo un propósito auténtico como colectivo y pasar de un efecto aislado a uno a gran escala. Se trata de formar un proyecto de personas que se apoyen, confíen y reflexionen con intención de llevar juntos una dirección.
" Un buen futuro necesita una larga y fuerte narrativa sobre la historia " Helen Bevan
